Ya estamos abriéndonos paso, amigos, compañeros, no renuncien ahora, que es temprano.
Ya quitamos muchas piedras, no sé cuántos compañeros estén tadavía abajo, pero cuando las levantemos todas, vamos a formar un ejército.
Ya quitamos muchas piedras, no sé cuántos compañeros estén tadavía abajo, pero cuando las levantemos todas, vamos a formar un ejército.
Dicen los que están más cerca que es una bomba azul, un azul de otro cuento, de una historia muy distinta a la que nos ha contado el enemigo.
¡Avancen! ¡amigos, compañeros! ¡Upá! ¡uno! ¡dos! ¡tres!
Mientras más compañeros y amigos conozcan la bomba, mejor; dicen que está repleta de hoyos, ¡hay suficientes para todos!
Dicen los que han estado cerca que dentro de los hoyos hay absoluta seguridad. Hay miles, quizá millones de amigos y compañeros en torno a ella... ¡Y para todos hay un hoyo! ¡ea!
Los que marchan, los que nacen bajo las piedras, los hombres de fuego ¡somos nosotros! y nos tiene que tocar un hoyo en la bomba.
¿Han oído hablar sobre nosotros? ¿quiénes somos nosotros?, ustedes se lo preguntan, ¿no es así?¡Pues sí!, ¡somos los elegidos por la bomba y no permitiremos que nadie nos quite nuestro hoyo! ¡Upá! ¡ea! ¡uno! ¡dos! ¡tres!
Somos los hombres que se echan cansados a la tierra y despiertan jóvenes y bellos, arreglados para la fiesta, ¡sin necesidad de ir al spá! ¡upá! ¡levantemos la otra!
En la bomba hay cambios repentinos, dicen que de pronto se divide en dos mitades, los hoyos se borran. De un lado puede aparecer un camino bordeado por ciruelos en flor y un lago, del otro un arroyo rojo donde flotan cadáveres. Cuando esto ocurre, la masa se separa de la bomba, pero esto casi nunca pasa. ¡Vamos! ¡no se atemoricen! Si les toca el lado del lago ¡alcanzarán la eterna felicidad!... y se quedarán a vivir en el hoyo sorpresa, que viene luego. ¡No se atropellen! ¡en orden y a prisa!
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