martes, 19 de septiembre de 2017

Negación del polvo

No traspasaste la pared de tu cuarto, no sentiste las astillas de la puerta rasparte ligeramente la piel insostenible, nunca rasgaste con furia por no alcanzarme, por no poder tocarme, nunca te negaste a aceptar que todo es una mentira. Me lo debo negar cansinamente hasta desintegrarlo, hasta convertirlo en polvo.

Un escritor dice que cuando dos cuerpos se juntan empiezan a disiparse.

Cuando dos cuerpos se unen comienzan a colapsarse, en ellos sucede una implosión lenta pero violenta que termina por desaparecerlos, por desintegrarlos. Antes de que esto ocurra se desarman, pasan por las más rudas torturas, confiesan, gritan, mueren, resucitan, hacen locuras y hasta viven. Luego se pulverizan, luego son menos que polvo, son fantasmas. Cuando dos cuerpos se juntan un reloj de arena se invierte y la materia empieza a mudarse a otra eternidad.