miércoles, 24 de diciembre de 2008

viernes, 19 de diciembre de 2008

Baladas de otros

Al callejón de la Danza
no vayas si eres casado,
pues allí suele bailar
el honor con pie quebrado.
Si buscas a un embustero,
en la calle de Jurado
hallarás muchos, que mienten
por cada dedo jurando.
En la calle del Vinagre
verás valentones varios,
y éstos dicen que han vivido
en la calle de los Gallos.
Alcahuetas declaradas
y lenones disfrazados
en la calle del Tompeate
tienen prevenidos cuartos.
En la de los gachupines
hay muchos que han peligrado;
pero en la del Indio Triste
hay criollos en igual caso.
Si se te ofrece pedir,
líbrate de los tacaños,
que en la Pila Seca viven
por no darle ni agua a un gato.
Si buscares a algún pobre,
mira que no has de encontrarlo
en la calle de la Joya;
sí, en el puente de Solano.
Si buscares jugadores
(se entiende, que estén ganando),
regularmente en la calle
del Monte Alegre hallaraslos.
Los jugadores perdidos
que se han quedado arrancados,
en la de la Manchicuepa
viven, y de éstos hay varios.
En Tumba Burros habitan
infinidad de borrachos
y te advierto que los hay
muy decentes y planchados.
En el callejón que llaman
de los Rebeldes, hay hartos,
muy contentos y gustosos
con los vicios que adoptaron:
pero éstos, yo siempre he visto
que se mudan de ordinario
allá a la de la Amargura:
¡tal astilla de tal palo!
En la de el águila viven…
¡Jesús, cuántos! ¡Jesús, cuántos!
Ligeros de pico y garra,
de Gestas primos hermanos.
Aquí robar con ganzúa
es oficio de villanos;
la gracia es borrar con plumas,
naipes, romanos y vasos,
et caetera, que no tengo
lugar para hablar despacio…
México por dentro, o sea guía de forasteros
(Fragmento)

José Joaquín Fernández de Lizardi, 1811

martes, 16 de diciembre de 2008

Carta a mi amante

He estado enferma, ayer casi no salí de mi cuarto y hoy cancelé mi cita, me dediqué a dormir una buena parte de la mañana. Ahora me siento un poco mejor, pero ando triste por asuntos frusles. Hoy hubo mucho sol allá afuera.
Ya no quiero meterme al asunto de los conceptos. Ya pasó para mi la adolescencia brumosa y si eres o no lo que pienso que eres ¿qué diablos importa?
Si te escribo es porque te doy mi confianza, me parece hasta ridículo que no lo entiendas.
Tengo un número limitado de interlocutores y de personas para relacionarme. No sé si estoy conforme del todo con las personas que me han tocado; (no sabría decir que yo las he escogido) no siempre me parecen las mejores piezas.
El amante es para mi la pieza más privilegiada, pero a la vez la más vulnerable, también la que suele ser sometida a los mayores juicios. Desgraciadamente los juicios -inevitables en quien ignora casi todo sobre la otra persona- tienden a acabar con la dicha de los amantes.
Cualquier cosa soy capaz de hacer por el deseo. Por amor he sido cobarde, pero también he sido inamovible. Sé que no soy capaz de hacer casi nada por un hombre al que ame. Casi nada es todo lo que sé hacer, y estoy segura de que por amor nada es suficiente.
Sería lindo encontrar a un hombre con apenas la inteligencia para no avergonzarme nunca. Me causa verguenza la falta de prudencia y de templanza, me avergüenzan las dobles caras, los dobleces, los escondrijos y las dudosas transparencias. Me avergüenzo, por ejemplo, de mi misma.
Creo que cambiaré mi estrategia contigo. No más reclamos, sólo apuntes, sólo días y noches felices... y cuando los haya, siempre tú y yo a solas. Mi vida será mía, la tuya tuya. Y yo de mi y tú de ti. Por el momento te deseo y soy capaz de hacer -casi- cualquier cosa por ti. El tiempo en que te he disfrutado nadie me lo quita.
Besos, besos.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Oquedades

Tú te pintas bellas oquedades
para hacerte el tonto.
Estás perdido.
Tú y yo estamos en el centro,
como la perra escarbamos tierra adentro
y no nos marcharemos
hasta encontrar los huesos suculentos
que guardamos hace mucho tiempo.

Alto precio

"Los deseos de regresar
a La Lacritud
me están matando.
Es una muerte feliz, creo,
aunque me está doliendo
demasiado.
Faltan muchas horas antes de que el auditor venga
y me entregue los papeles.
Debo hacer los preparativos para la despedida y
los preparativos para el viaje,
la llegada,
la movilización,
la construcción de las nuevas instalaciones...
La Lacritud
es cara.
Es un rostro hermoso
cuyo rastro he anhelado largamente."

Dos páginas







miércoles, 10 de diciembre de 2008

Ignominia

Finco, finjo, desaforo,
ignoro al resto.
Tomo un camino ignoto,
me endurezco.
Sólidas fortunas me adjudico
y no las presto,
las presumo,
las merezco,
las predico,
las consumo.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Carta a un amigo

He estado un poco enferma -del corazón- y por eso te respondo tarde. Creo que tu texto está muy bien, tus ideas son muy interesantes y me gusta el bombardeo de tus frases.
Con respecto a la temática yo tendría muy presente al andrógino y a la necesidad innata de nuestra especie por encontrar "la otra mitad". Quizá es ese el único sentido del sexo y el amor. "Hacer el amor " -si es que vale aquí la expresión- es un acto más bien de furia, una furia que vive su mediocre recompensa en el orgasmo, pero que tiene un objetivo más alto, más inalcanzable: la de fusionarse con el cuerpo poseído, la de que dos genitales desaparezcan una vez que uno sea devorado por el otro. Ese deseo también es el que lleva el ritmo aparentemente inagotable de la vida. Sigo censurando ese afán tuyo por verlo todo tan negro, sin embargo ya hay cierta luz en tu camino, la dejas vislumbrar al final del texto. Creo que tú debes ser el mejor ejemplo para hablar del sexo y el amor; eres un efebo apasionado que quiere coger y amar, tú lo has dicho, así que sigue con esa verborrea... seguro se me ocurrirá algo, déjame pensarle. Me imagino un sitio abigarrado, lleno de cosas, me es imposible desvincular el sexo y el amor de todos los objetos creados para representarlo.
No puedo amar, no sé cómo, después de aquel que me enfermó, aquello que pasa por encima o debajo de mi carne firma su sentencia de muerte en mi corazón... ¿qué más te puedo yo decir, hermano? Siempre me topo con el mismo esquema: el tipo frustrado que ve sus propias limitaciones en mi, sin haberme conocido en un plano distinto al de mi cama, casi simpre gratuita y confortable. No eres esto, no eres capaz de aquello, estás descalificada para esto otro, no sabes cantar, ni escribir, ni bailar, aunque nunca te hayan visto en acción, aunque sea precisamente eso lo que sabes hacer mejor. Nunca he conocido un hombre que sepa bailar, el que hasta hoy ha sido el amor de mi vida es una momia recién descongelada. Mi vida es un auténtico diluvio y en mi ojo no se ha derramado una lágrima de amor. Supongo que las aguas de mi diluvio son sólo meados, ninguna sustancia sublime. El semen del macho cabrío se ha agotado y el semental cinco estrellas está extinto.
Besos, besos, besos

Diálogo Congelado


domingo, 7 de diciembre de 2008

Corrido ardido II

Tengo que colocarte pronto entre mis recuerdos,
chico precioso:
hemos tenido una dulce despedida,
así que síguete muriendo
por quien quieras.

No me alucina tu mirada
y creo que eres un desperdicio.
Tu narcisismo, tu egocentrismo,
me los sé desde hace varios.
Juzgas, como todos,
te crees mucho, como todos.

Montones de ningunos tengo a escoger
y quiero guardarme algunos en este costal.
¿Porqué escogerte ti, si ni a ninguno llegas?

Corrido ardido I

En duelo
me han traído
todos mis amantes...

No hay felicidad
que valga
en sus penumbras.

Ahora mi casa está hecha
con materia rabiosa,
a prueba de traidores.

Puedes pasar de nuevo
pero si traes enemigo,
te doy un tiro.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Poema al hombre frío

Te he soñado, hombre frío,
eres mi derrengada fantasía.

Sueño que te quiero
y sueño suficiente
y sueño sueños únicos,
porque te sueño a ti, cariño.

Si tú me quieres
si te me antojo,
tengo un manojo
de despertares para ti,

y tengo tanto contento,
que con gozo seguro
al amanecer te caliento,
hombre frío, si tú quieres,
aunque mi amor te mire con tiento.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Balita

Es una rabia contenida, una actitud curiosa y ridícula. Imagínense que la editora, cuando nadie la ve, se pone a luchar con un Morten ausente y monstruoso, a veces hace gestos de verdadera angustia y no lo puede evitar; pero eso sólo le pasa cuando cree que nadie la puede ver, no sabe que está siempre bajo mi férula. Morten es un caso de inocencia absoluta, nada me hará cambiar de idea. Buscaré una solución que lo libere de la ira de una mujer obsesionada por no sé qué esencia indescifrable que posee su cuerpo despistado y ausente. Les he dicho que Morten es escritor, yo no soy una crítica literaria, no puedo decirles si es bueno o malo, pero dedica una buena parte de su tiempo a esta actividad. Se la pasa soñando con la mujer a quien ha de amar verdaderamente y tiene una vida sexual poco gratificante. Hizo una carrera en su natal Nojuega; un país lejano y desconocido que no juega un papel importante en la economía mundial, que no produce grandes artistas, que no posee siquiera algún rasgo cultural conspicuo y milenario; gana un sueldo regular como investigador, no es un profesionista ni un mínimo destacado. Su cabeza está en escribir, por lo demás, tampoco es un escritor ni un mínimo destacado. No puedo decirles si su cabeza es buena o mala, lo que sí puedo decirles es que tiene cara de estúpido, que es hogareño y melancólico, que ama el te de azahar y las galletitas de canela, que es inocente de todos los agravios que la editora le imputa y que no merece morir. La marca que pone a Morten en un riesgo mayor es una de las novelas que escribió; Riesgos menores; de un modo mordazmente casual esta obra narra detalles íntimos de la vida de una mujer que parece la descripción perfecta de la editora. El muy estúpido no sospecha que está en peligro.