domingo, 7 de diciembre de 2008

Corrido ardido II

Tengo que colocarte pronto entre mis recuerdos,
chico precioso:
hemos tenido una dulce despedida,
así que síguete muriendo
por quien quieras.

No me alucina tu mirada
y creo que eres un desperdicio.
Tu narcisismo, tu egocentrismo,
me los sé desde hace varios.
Juzgas, como todos,
te crees mucho, como todos.

Montones de ningunos tengo a escoger
y quiero guardarme algunos en este costal.
¿Porqué escogerte ti, si ni a ninguno llegas?

2 comentarios:

Canalla dijo...

Mis ojos diera
por saber siquiera
que soy tu hombre frío.
Serías mi desafío
y te querría rabiosamente.
Y eso sí lo sé de buena fuente.
Mi único temor es ser el tipo
desabrido del corrido
y si así fuera, más valiera
a este anuncio improvisado
ser borrado, suprimido, condenado.

Rowena Bali dijo...

Frío eres, sí,
gélida la superficie
en la que escribes,
fríos los abrazos
que de mi recibes,
cubos de hielo los besos,
iceberg el ciber espacio
que de ti me separa.
Y si frío eres
tanto como desconocido,
nunca tu sabor sabré,
lejano desabrido.
Razón de más
para dedicarte un corrido.