viernes, 30 de julio de 2010

La bella lluviosa

Concluyó, pues, la campaña del Ejército Sodomita, una tarde lluviosa en la bella Pachuca, no hubo fiesta, ni karaoke, ni danzas sensuales al amor del tequila, pero hubo un feliz y tortuoso regreso, una avioneta bajo la tormenta, un piloto siempre erecto y cuatro guerrilleras transmitiendo mensajes subversivos y triunfales a través de un pequeño radio de onda corta.

jueves, 29 de julio de 2010

Otro asunto íntimo (que hoy es necesario aclarar)


Debo aclarar, para aquell@s querid@s amig@s curios@s o deseos@s, que, pese a lo duro que es habitar este cuerpecito que dios me dio, y a mi absoluto respeto, interés y admiración por el género humano y sus diversidades sexuales, no soy lesbiana, ni gay travesti, ni trans, ni bisexual: soy una mujer estrictamente heterosexual. Y sí, me aburro a mi gusto y gozo los cuentos de príncipes valientes, llenos de fuego.

martes, 27 de julio de 2010

Tuzos (2006)

Tú eres el motivo
de tanta dilación,
corazón vivo.
Deja de hacer
ese ruido
o ya muérete
conmigo;
dejemos descansar
a los amores
podridos
y gocemos nuestra
santa sepultura.
Quiero comer
debajo de la tierra
tu raíz madura.

Carta de amor

Adorado:
Busco desde hace tiempo una pareja literaria definitiva, cada vez termino por encontrar una pareja que no me satisface. En ti, cariño, veo a la buena: esa que está en la mente, en el alma y en la letra. La primera vez que encontré una pareja epistolar fue precisamente contigo, pero tú, que no querías escribir sino hacer el amor, echaste mi primer intento a perder. Me frustraste, me convertiste en una persona infeliz: me hiciste el agujero más grande de mi vida, que por cierto es vacía porque ya nunca escribes conmigo. Desde entonces no tengo vida amorosa y tengo escasísimos contactos con el mundo exterior o con otras personas. Llevo un eco infernal con la música de la Arcadia, cantando a una distancia imposible y cercana a mi ventana. En esa Arcadia vives tú y una pobre diabla es tu vecina. Soy tu espía inútil del jardín contiguo. Como para suplirte neciamente le escribo a un joven de barba partida y amplia sonrisa, un efebo al que le ha dado por considerarme su buena amiga. Cuando le escribo siempre hay algo que le habla de ti, es mi confidente. Se exhibe en fotografías como un hombre que una mujer común puede desear. Tiene la gracia de un fauno, baila, sonríe, bebe —según cuenta— grandes cantidades de cerveza y se va a la cama con pelos rubios que lo acosan descabelladamente. Su belleza no tiene para mí nada apasionante: todo su desnudo y fiel corazón le pertenece a un hombre. Mi corazón, infinitamente menos sabio y hermoso que el tuyo, te pertenece a ti, a quien invoco repetitivamente con mi palabra. Tú eres mi misterio, la tina tibia que me baña después de mi muerte: Tú. Te hablaré de mi estado actual. Me dedico a dormir una buena parte del día. Los momentos en que estoy despierta imagino en la decoración de las ventanas y en el techo de mi recámara una carta tuya, o una gorda colección de cartas tuyas. Nunca he sentido placer más profundo que el de leer tus cartas por las mañanas y conocer la hora nocturna en que las escribías... ¿Por qué ya no me escribes cartas sólo para decirme que soy perfecta? ¿Cuándo dejé de ser la perfección? También envío mails y me divierto, me río, me amargo. Cuando me pongo pesimista pienso que desaparecerá de una vez por todas toda la belleza y que el caos llevará a los jóvenes a entrar en nuestras casas y a asesinarnos... también me puedo poner optimista y pensar que algún día un joven amante llegará a la puerta de mi casa y no a mi bandeja. Y estoy siempre como esperándolo, como esperándote. Me miro al espejo con una frecuencia exasperante: me retoco el maquillaje, doy vueltas, subo y bajo escaleras. De pronto salgo al jardín, camino tongoneándome en un espacio de apenas trescientos metros cuadrados. Soy una loca en constante coquetería solitaria. Me gustaría que me contaras qué ha pasado contigo, cómo sigues... ¿piensas en mí? Te amo definitivamente; aunque tenga un número infinito y en ascenso de amantes epistolares. Me he propuesto decírtelo de la manera más contundente: al fin escribo la novela rosa que siempre quise escribir y es para ti. Para despedirme te juro que esas noches que te tuve conmigo han sido inolvidables: tu espada acercándose y alejándose en una serie de impecables estocadas, hiriendo el papel, extirpando blancuras. Tus dedos husmeando las teclas con un nerviosismo de locos no se han despegado un instante de mí. Eres el amante más hermoso, el más amargo, esto último porque hace tanto que no escribes conmigo. Por favor te pido que consideres volver.

Rowena Bali

P.D. Te lo juro otra vez, te lo escribo, te lo firmo, de veras.

domingo, 25 de julio de 2010

Pobres y malos trucos

Aremos los campos
con los puños
de las manos,
cultivemos
los muertos
y los huertos
a punta de palos,
cosechemos la usura,
tiremos basura
en tiempo de barbecho;
pidámosle limosna
a los malos,
truquemos el hecho,
olvidemos los daños…
y por todos los años
de sequía
bebamos
las aguas negras
que trocamos
por una troca
que de nada servía.

Balita

Vaticinio
Morten soy yo en el cuerpo de la editora, la editora es Morten en mi cuerpo. La editora soy yo. Aquel lejano editor de la vida real –por fortuna pasada- era un signo de ficción. La ficción es Morten. Morten eres tú. Tú eres la editora. Tú eres la vida real. Morten es aquel editor de ficción, la ficción soy yo.

Otro asunto íntimo

Conforme más años pasan sin que yo abandone mi oficio de escritora más me sorprende el carácter premonitorio de la literatura. Hace tiempo leía sin gran convicción sobre el tema. Sólo si leía a Borges encontraba trazos poéticos que contundentemente anunciaban esa posibilidad.
Hoy que reviso por enésima vez mi Bala Enamorada, descubro que cada uno de sus pasajes, tal y como en la propia novela revelé al principio –en un rapto creativo aun ignorante de aquella naturaleza de vaticinio-, es una predicción. Ahora entiendo que aquel editor a quien se la llevé a leer hace varios años, debió entrar en un estado de paranoia muy similar al que experimentaba La Editora, quien era la personaje principal de La Bala. Hace algún tiempo reconocí al mismísimo alter ego del Morten que protagoniza la historia, un rubio nacido en la Ciudad de México y no en Nojuega. El flamante Morten me pareció la encarnación de un tercermundismo tan defeño como caucásico, igual que un nativo nojueguense.
He llegado a herir a varios que –sin conocer la fecha exacta en la que he escrito- se creen aludidos por las ficciones que imprimo con la mayor constancia y disciplina que puedo, sin saber que tarde o temprano se convertirán en realidad. Es mucho más simple el asunto de lo que muchos lectores y lectoras suponen. Soy una persona llena de pulsiones adivinatorias, juego al tarot y a las runas desde hace muchísimos años y reconozco los grandes riesgos que esto conlleva; entiendo que las pulsiones a veces dan en el clavo, y entonces logran martillar la cabeza de quienes curiosamente se asoman a mis tiradas o a mis letras. No sé si sentirme bien o mal por ello; algunos ven en ese reflejo de sí mismos algo mágico, maravilloso, y otros ven un rasgo diabólico y enfermizo… vamos, todo depende del tipo de conciencia que se vea reflejada en mi literatura.

miércoles, 21 de julio de 2010

Poema crítico

A tal grado
ha caído mi estima
por aquella
lejana escritora
extranjera…
¿era suiza,
alemana,
colombiana
o francesa?
No puedo ni recordar
su nombre...
lo tengo
en la punta
de la lengua...
¡Dios mío!
¡Qué memoria!
¡Qué olvido!
Y pensar que hace años
por ella me moría,
¡A leguas
la habría reconocido!

Su obra hoy
me parece anodina,
mi interés
ante su prosa
palidece,
pues es sólo
una sordina
que adormece
con juegos
de palabras
para legos,
baratos,
de mercado,
de morralla,
insensatos,
ofensivos
para el lector avezado.

Caracol

Es un caracol de jardín muy raro, alargado, cuya cola termina en una punta fálica y no lanceada como la de los caracoles que había visto antes.

martes, 20 de julio de 2010

Balita

(En hablando de Gerzon)
He pasado el día entero chocando contra mis monstruos; recorro compulsivamente –no podía ser de otro modo- una página tras otra y siempre están ahí, desde que yo recuerdo.
Estoy acercándome y lo agradezco… estoy acercándome al vacío y al infinito…
Mis amigos –siempre en las mismas penas que yo- han sabido entender que los amo porque son mis aliados y me siento muy agradecido con ellos; es gracias a ellos que me acerco sin miedo al infinito, que me arrojo sin vértigo al vacío. Mis amigos han sabido perdonar esta minusvalía, que me llena de contradictorias y kamikazes multiplicidades, las cuales, por cierto, no son del todo cómplices ni complacientes conmigo.

lunes, 19 de julio de 2010

Balita

Pensaba en ti; de pronto cualquier voz me parecía insoportable, cualquier presencia excepto la de Jeff, que había desaparecido. Ni el pimpollo con el ajuar más hermoso del mundo iba a lograr que yo emanara una vibra positiva aquella noche. Empecé a sentir una punzada aguda en la baja espalda. Sabía que de un momento a otro te aparecerías. Buscaba a Jeff mientras el pimpollo farfullaba no sé qué asunto mega inteligente y chingón y yo de pronto, para no sentir tanta angustia intentaba clavarme en la chamarra que llevaba y en las Doctor Martins llenas de lodo y en los pelillos que se le salían de los pantalones. Realmente hice lo posible por concentrarme en todos los pimpollos habidos en el rave; pero sólo conseguí pensar en ti, en tu horrenda aparición. Nunca sabré si aquella ansiedad tan intensa algo tendría que ver con la salvia; aun ahora, cuando pienso en ti, siento el mismo chisguete de sangre, pierdo algunos minutos antes de recobrar la calma.

Balita

En la bala enamorada
Cuando Jeff pronuncia una palabra las mujeres prestan atención de inmediato; unos segundos más tarde, exactamente después del “esto está chingón, esto es ¡el rave!”, desvían la mirada, como diciendo “ya va a empezar a pendejear”. Ellas no saben lo que yo sé sobre él. Cuando llega al cenit de su pasión y se droga hasta alcanzar lo que llama "el punto inexplorado", su inteligencia aflora de un modo inimaginable; puede que se ponga a bailar cómo un ángel, o que te sorprenda con una plática deslumbrante. Es más: Jeff es capaz de hacer cualquier cosa posible. Como a estas alturas no hay alguien, excepto yo, que comprenda la grandeza de Jeff, no me preocupo; sé que ninguna de esas trastornadas me lo va a quitar.

viernes, 16 de julio de 2010

El hoyo

Es muy aburrido ser un fantasma: uno se cansa de deambular, de meterse en las recámaras de las personas, mirarlas a veces sufrir, casi siempre sufrir... No hay nada más aburrido que ser un fantasma enamorado; uno se cansa de ver como los años pasan en la recámara oscura de una dama muy triste, que sufre sin que uno pueda darle una caricia de verdad. Uno se cansa de querer rozar su rostro inalcanzable. No hay nada más aburrido que ser un fantasma obsesionado con una mujer viva y no poder siquiera darse el lujo de un devaneo con una fantasmita igual de fanfarrona y sedienta de diversión que uno. Soy un alma absolutamente fiel y cuando me enamoro no puedo voltear ni a ver a otras mujeres. Eso es lo más aburrido de todo.
Las diversiones de un fantasma como yo tienen siempre connotaciones investigatorias, soy muy curioso y roban mi atención las cosas más diversas. Me ocupa especialmente conocer la mente de las personas. Me divierte meterme en ellas sin que se den cuenta; me acerco a sus rostros, los miro a los ojos y ahí veo lo que traen dentro, y así, en un vistazo juicioso, decido si me meto o no, si despiertan o no mi curiosidad. Cuando me asomé por primera vez a los ojos de mi bella mujer, vi en su ojo derecho un grueso hielo: mi mirada viajó vertiginosamente por el interior de un macizo témpano, me absorbió con su frialdad por completo sin que pudiese decidir si quería entrar o no. Hoy no logra mi curiosidad salir de ahí, se quedó congelada en su interior.

jueves, 15 de julio de 2010

Balita

(En Tina o el misterio)
Él cree que ser guapo es divertido; pero se siente aburrido de esperar y quisiera esta noche tener una sola y bella mujer. Alejo está siempre al límite de la desesperación y sin embargo parece invariablemente sereno e impecable. “Que venga una, sólo una” pronuncia obsesivamente cuando, muy bien arreglado, después de sus dos rigurosas horas de yoga, se dirige al trabajo rodeado mentalmente por una larga oración.
Hizo muchas cosas por la visión de esa sola y bella mujer: ella con su largo cabello blondo en el asiento del copiloto… Ustedes que han seguido el movimiento fantasmal de mi pluma sabrán ya algunas de las cosas que ha hecho Alejo a causa de una visión. Para contarlas todas prefiero utilizar uno de esos largos capítulos –propios de mi peculiar estilo- con todo y su abigarrado golpeteo de impulsos obscenos. Sí: un capítulo para hablarles de toda la sangre que ha sido capaz de derramar nuestro guapo preferido a causa de una simple visión.

Balita

Tan lejos de lo hermoso
Alejo cree
que vendrá
la niña
de los ojos verdes;
ni modo,
se amoló,
pues me lo quedo yo.

Aunque Alejo
es cruel
yo sólo quiero
casarme con él
y vivo por él
en este estado
etéreo,
gaseoso
que causan
los totopos,
de sabor picoso;
tan lejos de lo hermoso
tan lejos de su piel.

Brotes de buena suerte

miércoles, 14 de julio de 2010

Rumiante

No sé si quiera,
rumiante,
que me mastiques
y me mastiques
y me mastiques
con tu mente
triste y ocurrente.

martes, 13 de julio de 2010

Nuevo libro de la Colección Cultura Urbana


Edición Ilustrada por Juan Pablo de la Colina.
Coedición UACM-COLOFÓN

Nuevo número de la revista Cultura Urbana de la UACM





Con textos de:
Francisco Hinojosa, Jorge López Páez, José de la Colina, Guillermo Samperio, Agustín Monsreal, Hugo Gutiérrez Vega, Ricardo Castillo, Magali Tercero entre muchos otros...

Balita

Yo creía que mi psicoterapeuta era una mujer inteligente, merecía cierta autoridad por el hecho de cobrarme tan caro, tenía un lenguaje afable y fluido que la hacía agradable, tenía unos lentes muy gruesos sobre grandes ojos color almendra, me emboscaba con una seriedad implacable pero sonreía con facilidad, le gustaba su trabajo y no tenía muchas clientas; creo que otra chica (a la cual también me dediqué algunas horas) y yo éramos sus únicas pacientes.
Una vez me dijo que mi cerebro era como un súper y que tenía que ir pensando en la estrategia para comprar la despensa en el menor tiempo posible o bien que disfrutara mis compras; tenía razón. En aquel tiempo el súper era uno de los principales impulsores de mi desorden; yo entraba ahí y la ola de plásticos me arrollaba, mi ecologismo, por aquel entonces, no me permitía ser feliz en un súper, contárselo a mi psicoterapeuta me ayudó enormemente. Terminé llorando en su pecho mientras que ella, sabia y repetitivamente, me decía que lo superara. Perdí mi fobia al plástico. En otra sesión me explicó que el cerebro era como una maquinita de chicles, que cada color de chicle era como una idea, que cada bolita era una división de esa idea y que había que agrupar las ideas por colores, para que la cosa funcionara. En eso no estuve de acuerdo, porque el azar da sentido a las maquinitas de chicles.
Poco tiempo después de aquella exposición me distancié de ella, no sin que antes el psiquiatra (quién por cierto era su marido) me recetara una buena cantidad de ribotril para irla pasando.

Una de vaqueros

Día tras día vendrás a abrevar a tu vaca, a tu lastimera Clarabella, cada vez más escuálida; y entre débiles risitas medirás nuestros respectivos tamaños; te darás cuenta –una vez más- de lo robusto que eres al lado de esta ánima casi invisible que viene a la orilla del río a tomar agua y no a encontrarse contigo. A cada trago le atribuirás un influjo vital que no posee, porque yo ya estoy del otro lado. Tu vaca flaca, por cierto, está a punto. ¿Qué vida pretendes, vaquero, rescatar aquí, río abajo? Cuando este territorio era un vergel yo ya estaba moribunda y aún en la otra orilla sigo aquí.

lunes, 12 de julio de 2010

Un eyaculador

Hay un niño,
un eyaculador
que se está muriendo
de dolor.

Hay un niño que prefiere
dejar sus espermatozoides
germinar en sus muñecas ,
antes de darse cuenta,
de aceptar
que dos minutos
son nada,
que todo el tiempo
es nada.

Primera orquídea azul enarbolada

En condiciones poco favorables, en un árbol muy joven y de escasa corteza (una jacaranda) nació la primera orquídea azul enarbolada del jardín secreto.

viernes, 9 de julio de 2010

Daga

Le cruzan el rostro
de filos violentos
y se lleva el viento
sus frases aladas.
Marcadas le quedan
hondas cicatrices,
y tal vez le halaga
que las meretrices
hurten sus valiosos
diamantes sangrientos
y roben los trajes,
blondas y alhajas
que portó una dama.

Enanos Morados

Dama apresurada (1999)

Cuando la mira
un caballero
las nubes enhebra,
borda laberintos
de vidas eternas,
abre las ventanas,
convida a la gente,
la boda celebra...

jueves, 8 de julio de 2010

Más echeverias

Sueño recurrente del Hombre Mariposa

Montada sobre sus nalgas puedo volar a velocidad vertiginosa y, sorpresivamente, puedo sumergirme en el mar sin tener miedo a las anguilas o los tiburones.
En un sueño -una vía en sí mismo-, él, con cara borrosa, sentado en un sillón, me extiende la mano, la acaricia, luego yo me escurro, con un nudo en el estómago: aun ese leve contacto representa un peligro. Salgo huyendo del cuarto donde está y entro en un jardín: ahí una mariposa llega hasta mi mano, cae, y luego, poco a poco, su cuerpo se ve envuelto en un capullo que crece hasta volverse del tamaño de una persona, del capullo sale un hombre con alas de mariposa, efectivamente: él. No puedo ver su cara, pero feliz, candorosamente, tomo mi bolsa de mano y me monto en sus alas.

miércoles, 7 de julio de 2010

Simpáticos y generosos

Ser simpáticos
y generosos
debería ser uso
y costumbre.

Una gente
se acerca
y se aleja
abruptamente;
deja olvidada
una mirada
pesada,
desajustada,
mal educada,
que no mira a la cara.

martes, 6 de julio de 2010

Detergente

No alcanzarás
a lavar el holocausto,
pero en el claustro
rezas
por la sangre
derramada,
ultrajada
de tu amada,
de tu fiera
Nessunaltra,
que en la trinchera
del fascio feneció.

Más del jardín


lunes, 5 de julio de 2010

Mail a un amigo anónimo

Es un poco tarde aquí en México, no tanto como allá. Estoy cansada, principalmente de mi, de mi neurosis, de mi mal genio.
El mal humor no es precisamente un estado en que la paz se pierda, yo no sé porqué tenemos que pensar que la paz es sólo positiva, una paz fingida es siempre mala.
No comprendí muy bien tus auto flagelos, son fenómenos muy íntimos, muy personales; pero sí intento ponerme en tus zapatos e intento sentir como tú te sientes.
Mis auto flagelos tienen que ver con cierto carácter obsesivo-compulsivo que no puedo quitarme; un carácter que me hace repetir una y otra vez los dolores, hasta el grado del solaz.
También tengo mucha imaginación. Cada vez, lamentablemente, mi imaginación se vuelca a menos objetivos productivos, más sin sentido. Pensar en la literatura -por ejemplo- me llena de desasosiego, de sinsentido, y no puedo dejar de escribir. Mi imaginación se concentra en tres pobres objetivos: escribir, ganarme la vida y comprar cosas.
Dime: ¿qué es lo que tu imaginación imagina todos los días?, ¿hasta donde has llegado con la mente?¿Qué es esa frustración? No veo porqué un muchacho tan lindo como tú pueda permitirse una emoción tal como la frustración. Háblame de eso, si tú quieres, me gustaría.
La vida académica me da comezón, no sé cómo explicarlo, una urticaria ridícula, creo que te lo he contado antes. Mi mente es imaginativa y distraída y por ese motivo poco atenta cuando su interés desaparece en cuestiones escolares. Siento un remordimiento genuino por mi falta de aprovechamiento y por mi vana desmemoria. Pero te juro que en materia de creación siempre me pasaron con diez.
El otro día pensaba si no te enojarías conmigo por poner ese mail que era sólo para ti, en mi blog. Pienso que si nadie sabe quien eres no habrá motivo para que te enojes. Por otro lado las cartas -o mails- me gustan mucho.

Me preguntas porqué me gusta escribirte y que me escribas. Me gusta escribirte porque me gusta que te reflejes en mi y reflejarme en ti a través de las palabras.

Filmes

Una película muy rosa, la de ella, y la de él, una muy espantosa. En la de ella un guapo peatón queda flechado por una guapa conductora. En la de él un adolescente atropella a una anciana que anda a duras penas. En la de ella un hombre y una mujer se acarician. En la de él una madre sodomiza a su bebé. En la de ella unos amantes se miran y luego como aves se elevan. En la de él un psicópata descuartiza a una prostituta.

sábado, 3 de julio de 2010

Una más de muertos

Antes de empezar
el juego
date un pellizco
y comprueba
que estás vivo,
no vaya a ser
que dentro del hoyo
te hagan cisco
y descubras
que estás muerto
y no puedas corregirlo.

Rincón


jueves, 1 de julio de 2010

Balita

(En Tina o el misterio)
-Las mujeres como yo, que “llevamos la marca del lado oscuro”, como dice la canción, entendemos lo que es un buen palo. Asumimos cierta ingenuidad y una abierta subversión para encontrarlo, aun a riesgo de ser masacradas por una lluvia de macanas en la plaza pública.
No puedo ser como tú, nena, porque mi pasión florece en escasas ocasiones y en tallos y periodos largos, de uno en uno; así, en masculino: floripondio, clavel, plumbago.
Plúmbeas me parecen las noches cuando no se repiten muchas veces.
Hoy llevo demasiados años lamentando el haberme topado con una sola alma dispersa: polen. No recuerdo con ninguna nostalgia a aquella abeja que apenas sabía zumbar.
Soy una obrera y una campesina, como diría Elvira. Tengo el alma de un martillo y la mente de una hoz. Hoy prefiero segar aquel jardín que seguirlo pisoteando.
Si quieres preguntarme: “¿Cómo está tu corazón hoy?“ como preguntan los chamulas, te responderé: mi corazón está libre de pasiones, pero plagado de ingenuas y amorosas oraciones.