(En Tina o el misterio)
Él cree que ser guapo es divertido; pero se siente aburrido de esperar y quisiera esta noche tener una sola y bella mujer. Alejo está siempre al límite de la desesperación y sin embargo parece invariablemente sereno e impecable. “Que venga una, sólo una” pronuncia obsesivamente cuando, muy bien arreglado, después de sus dos rigurosas horas de yoga, se dirige al trabajo rodeado mentalmente por una larga oración.
Hizo muchas cosas por la visión de esa sola y bella mujer: ella con su largo cabello blondo en el asiento del copiloto… Ustedes que han seguido el movimiento fantasmal de mi pluma sabrán ya algunas de las cosas que ha hecho Alejo a causa de una visión. Para contarlas todas prefiero utilizar uno de esos largos capítulos –propios de mi peculiar estilo- con todo y su abigarrado golpeteo de impulsos obscenos. Sí: un capítulo para hablarles de toda la sangre que ha sido capaz de derramar nuestro guapo preferido a causa de una simple visión.
Él cree que ser guapo es divertido; pero se siente aburrido de esperar y quisiera esta noche tener una sola y bella mujer. Alejo está siempre al límite de la desesperación y sin embargo parece invariablemente sereno e impecable. “Que venga una, sólo una” pronuncia obsesivamente cuando, muy bien arreglado, después de sus dos rigurosas horas de yoga, se dirige al trabajo rodeado mentalmente por una larga oración.
Hizo muchas cosas por la visión de esa sola y bella mujer: ella con su largo cabello blondo en el asiento del copiloto… Ustedes que han seguido el movimiento fantasmal de mi pluma sabrán ya algunas de las cosas que ha hecho Alejo a causa de una visión. Para contarlas todas prefiero utilizar uno de esos largos capítulos –propios de mi peculiar estilo- con todo y su abigarrado golpeteo de impulsos obscenos. Sí: un capítulo para hablarles de toda la sangre que ha sido capaz de derramar nuestro guapo preferido a causa de una simple visión.
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