Tres tristes estrías
en tu espalda
torpemente
tocaron mis dedos
y nada más recuerdo
de tu cuerpo.
Tres tristes y estridentes
pájaros carpinteros
tocaron con sus picos
la otra mañana
a mi ventana
y yo esperaba colibríes.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Ante tanta explosion literaria,y relatividad a su máxima expresión en estos espacios de tiempos tan virtuales da como resultado,muy buenos escritos, a nosotros lectores y conversadores virtuales de este espacio.
1 comentario:
Ante tanta explosion literaria,y relatividad a su máxima expresión en estos espacios de tiempos tan virtuales da como resultado,muy buenos escritos, a nosotros lectores y conversadores virtuales de este espacio.
Sojo
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