miércoles, 10 de noviembre de 2010

No fueron colibríes

Tres tristes estrías
en tu espalda
torpemente
tocaron mis dedos
y nada más recuerdo
de tu cuerpo.

Tres tristes y estridentes
pájaros carpinteros
tocaron con sus picos
la otra mañana
a mi ventana
y yo esperaba colibríes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ante tanta explosion literaria,y relatividad a su máxima expresión en estos espacios de tiempos tan virtuales da como resultado,muy buenos escritos, a nosotros lectores y conversadores virtuales de este espacio.

Sojo