Montada sobre sus nalgas puedo volar a velocidad vertiginosa y, sorpresivamente, puedo sumergirme en el mar sin tener miedo a las anguilas o los tiburones.
En un sueño -una vía en sí mismo-, él, con cara borrosa, sentado en un sillón, me extiende la mano, la acaricia, luego yo me escurro, con un nudo en el estómago: aun ese leve contacto representa un peligro. Salgo huyendo del cuarto donde está y entro en un jardín: ahí una mariposa llega hasta mi mano, cae, y luego, poco a poco, su cuerpo se ve envuelto en un capullo que crece hasta volverse del tamaño de una persona, del capullo sale un hombre con alas de mariposa, efectivamente: él. No puedo ver su cara, pero feliz, candorosamente, tomo mi bolsa de mano y me monto en sus alas.
En un sueño -una vía en sí mismo-, él, con cara borrosa, sentado en un sillón, me extiende la mano, la acaricia, luego yo me escurro, con un nudo en el estómago: aun ese leve contacto representa un peligro. Salgo huyendo del cuarto donde está y entro en un jardín: ahí una mariposa llega hasta mi mano, cae, y luego, poco a poco, su cuerpo se ve envuelto en un capullo que crece hasta volverse del tamaño de una persona, del capullo sale un hombre con alas de mariposa, efectivamente: él. No puedo ver su cara, pero feliz, candorosamente, tomo mi bolsa de mano y me monto en sus alas.
3 comentarios:
Hay vuelos por donde viajan por los pensamientos celestes, a veces creo que es muy surrealista la filosofía y teología de lo eterno, compruebo la certeza que lo único palpable que tengo del infinito es la vida presente , a final de cuentas ,el universo siempre estará con vida.
Fernando Sojo Malacara
termine otro cuentito en
http://manuelruizpascual.blogspot.com/
si merece tu comentario, dejamelo...
mrp
Manuel: ¡tú eres algo así como el hombre mariposa!
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