Es muy aburrido ser un fantasma: uno se cansa de deambular, de meterse en las recámaras de las personas, mirarlas a veces sufrir, casi siempre sufrir... No hay nada más aburrido que ser un fantasma enamorado; uno se cansa de ver como los años pasan en la recámara oscura de una dama muy triste, que sufre sin que uno pueda darle una caricia de verdad. Uno se cansa de querer rozar su rostro inalcanzable. No hay nada más aburrido que ser un fantasma obsesionado con una mujer viva y no poder siquiera darse el lujo de un devaneo con una fantasmita igual de fanfarrona y sedienta de diversión que uno. Soy un alma absolutamente fiel y cuando me enamoro no puedo voltear ni a ver a otras mujeres. Eso es lo más aburrido de todo.
Las diversiones de un fantasma como yo tienen siempre connotaciones investigatorias, soy muy curioso y roban mi atención las cosas más diversas. Me ocupa especialmente conocer la mente de las personas. Me divierte meterme en ellas sin que se den cuenta; me acerco a sus rostros, los miro a los ojos y ahí veo lo que traen dentro, y así, en un vistazo juicioso, decido si me meto o no, si despiertan o no mi curiosidad. Cuando me asomé por primera vez a los ojos de mi bella mujer, vi en su ojo derecho un grueso hielo: mi mirada viajó vertiginosamente por el interior de un macizo témpano, me absorbió con su frialdad por completo sin que pudiese decidir si quería entrar o no. Hoy no logra mi curiosidad salir de ahí, se quedó congelada en su interior.
Las diversiones de un fantasma como yo tienen siempre connotaciones investigatorias, soy muy curioso y roban mi atención las cosas más diversas. Me ocupa especialmente conocer la mente de las personas. Me divierte meterme en ellas sin que se den cuenta; me acerco a sus rostros, los miro a los ojos y ahí veo lo que traen dentro, y así, en un vistazo juicioso, decido si me meto o no, si despiertan o no mi curiosidad. Cuando me asomé por primera vez a los ojos de mi bella mujer, vi en su ojo derecho un grueso hielo: mi mirada viajó vertiginosamente por el interior de un macizo témpano, me absorbió con su frialdad por completo sin que pudiese decidir si quería entrar o no. Hoy no logra mi curiosidad salir de ahí, se quedó congelada en su interior.
7 comentarios:
Me encanta el fantasma enamorado y ahora gélido por verse en el espejo blanco de la mujer que lo ha atrapado. ¿Cómo atrapar a un fantasma? Sólo haciendo que abandone su condición juguetona. Este fantasma no la ha perdido del todo. Es un fantasma que quiere divertirse, pero que busca amar, y halla entonces sólo un espejo. Se paraliza entonces, y llega a ser verdaderamente una imposibilidad: un fantasma que no puede rondar más que su propio corazón, y no los de los otros. Me encanta este fantasma que, con todo, gana frescura porque no ha perdido malicia, no ha perdido imaginación. Tiene siempre la inteligente libertad de la gran escritura que lo inventa
Muchas gracias, querido anónimo, ya sé quién eres, y bueno, pues sabrás bien que este es un fragmento que tú ya leíste hace bastante tiempo.
me cae bien este fantasma porque es muy anticuado y burlón y si también ya lo había leído
Como dice la canción hay muertos que aprenden a besar, yo, agrego fantasmas también. tengo la curiosidad si al meterse en la mente de otras personas a éste le llega la premonición del futuro.
Fernando Sojo Malacara.
…SI LO HACE
Muy bueno, voy a seguir bien de cerca este blog.
Un saludo volador,
Rio
Acabo de entrar a tu blog, Río. Me gustó mucho, de veras. No sé porqué no pude dejarte un comentario. Saludos.
O¡¡¡… ;NO Recuerdo haber leído….
Homónimo, el anónimo que comenta en primer lugar, NO…¡¡
O como Planeta que indica también leyó,
O Sojo que besó,
O Rio que ahora vio,¡¡¡
O¡¡¡ Rowina… ¡¿que amó?.....??¿¿¿???...el fasntasma, que escribió.
Publicar un comentario