Mejor vete acostumbrando
a la negrura:
Tu vida,
de allá pal real,
la pasarás vestida de
ripios y en el jacal…
Convierte
tus palabras
en cuchillos de palo,
diviértete haciéndome llorar
como una nena,
presúmete muy buena,
sigue revoloteando
entre tintas doradas,
que tarde o temprano,
se te caerá el miss Clairol.
Tarde
o temprano serás
acusada de farsante,
y el que ha sido tachado
de malvado,
de loco,
de impotente,
será el bueno,
el valiente.
3 comentarios:
¿Pero qué clase de machín tan retro podría desear a una cabellera con miss Clairol tan fatídico final?
Bueno, en poesía nunca se sabe, supongo, aunque me desconcierta un tanto que la entrada esté fechada como del próximo jueves...
Saludos.
Eso mismo digo, Canalla, la rubietud es un arte nada desdeñable. Está fechada así por una tradicional superstición numérica.
De canallas está lleno el sub. Ni modo. Por otro lado, a los machines y a los usuarios de Miss Clairol, entre los cuales hay canallas y machines y machines canallas, no los espera sólo un final fatídico sino un comienzo interminable. Tal es su camino.
Y la rubietud. No hay duda de el oro está en la mirada, y a la cabeza
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