martes, 2 de septiembre de 2008

Un accidente me alejó del iluminado


Tengo la piel muy clara
y el alma mía está en la penumbra
de un foso.

Dicen que vuelo
con alas de fuego,
pero en mi espalda
sólo se agita la sangre de un disparo
a traición.
Sangre iluminada.

Él prometió que sería mío
y antes de serlo
se asomó a mi pozo
y ahí se cayó.

En un tropiezo,
en un trastabillar,
en un susto, en un grito y
en un mar penumbroso
se ahogó.

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