(En Tina o el misterio)
Amo a Alejo. Odio al odinesco pene y a la medusesca vagina. Quiero dejar de tener genitales: me haré una operación para anularlos, puesto que Alejo es un ángel inalcanzable y para llegar hasta él debo ser otro ángel.
He estado observando sin envidia a un gran número de hombres durante mi vida. Hoy, que sé que ustedes, sedientos y encantadores machos a los que adoro (no por igual), me están leyendo, quiero repetirles que esta eterna verborrea amatoria y un tanto pasada de melcocha con que escribo, nunca ha ido dirigida a ninguno en especial si no a todos, y no exactamente a todos, si no a uno que es como nadie… es decir, pues, a Alejo, que para el caso de hoy es más o menos lo mismo que ninguno, pues es él en si mismo, todos.
Alejo –que me conocía y me desnudaba con su inteligencia- sabía mejor que nadie la clase de persona que soy. Sabía que mi búsqueda literaria era explicar la naturaleza masculina y que profundicé en el asunto con angustiosa seriedad… sin duda dicha naturaleza es la que más me preocupa y me intriga. Las mujeres hemos sido casi aplastadas por esa naturaleza. Pero no me interesa más defender la justicia de género, no soy feminista, ni machista y preferiría ser un individuo asexuado que esta mujer tan exuberantemente femenina que soy o aquel hombre tan aplastantemente masculino que no soy.
Si me hubieran dado a elegir entre los dos órganos sexuales disponibles -a falta de una genitalidad nula- segurísimo habría escogido el femenino. Ser una fémina es un capital, y lo digo en el mejor sentido de la palabra: un capital orgásmico… ser una fémina puede convertirse en una millonada… sin embargo -y a falta del deseo ardiente de mi amado Alejo- yo quiero anular mi genitalidad; anularla como anulo mi voto cuando veo que no hay opción de partido que a mi país (tan amado) convenga. Uno, así como el transexual decide cambiar de género, debería tener derecho a decidir si quiere simplemente no figurar en las batallas y rebatingas de los sexos, extirpar el deseo de la carne, para luego ir a registrarse y a sacar su ife como “asexuado”.