Suya es esta pradera, sea usted lo que sea: tigre, lobo, hiena o pantera. Suyo es este corredor que al final tiene una puerta; tras ella un tiempo mejor que también es todo suyo: amo, trovador, siervo, bufón o fámulo.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
La cacería de palabras es suficiente para zampar la esencia de las columbas blancas, aunque mientras vuelan el trampero se convierte en fámulo o un équite cenestésico.
3 comentarios:
La cacería de palabras es suficiente para zampar la esencia de las columbas blancas, aunque mientras vuelan el trampero se convierte en fámulo o un équite cenestésico.
En un espacio Bali céntrico, es normal que no encuentre mi signatura, pero también dudo de mi preterición.
Sabes, cuando te veo y te leo, dan ganas atizar tu lengua salvajemente en un ósculo.
Fernando Sojo
Perdón, Fernando, pero tú olvidaste poner la signatura. Saludos y gracias por comentarme siempre.
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