sábado, 30 de mayo de 2009

Corrido urbano

Era un barrio circundante de
alguna ciudad latina:
un caserío con baldíos.

Una vecina parada
ante mi ventana
me avisó
que mi hombre
me había estado buscando.
Entonces su rostro
recorrió mi memoria;
hace tanto
que no lo veía.

En uno de los baldíos
jugaban dos niñas.

De pronto
dos estallidos dejaron en llamas
la casa contigua
y las niñas corrieron
hacia mi.

Las abracé
y pensé en el enamorado
que las engendró.

En mi casa
se oyeron disparos;
con ellos la luz intermitente
de un rostro ausente
al que eché del vecindario
hace tanto tiempo.

5 comentarios:

Juan José Reyes dijo...

Esas niñas, ¿no serán la bondad que aquel hombre no supo, no pudo ver? Música, ritmo bueno, fuerte y cadencioso hay en este corrido de una viva actualidad, que está a la vez fuera del tiempo, en cualquier tiempo. Penélope espera siempre. Tú no esperes. La vida ha comenzado desde que tú maravillosamente escribes, imaginas, creas...

Rowena Bali dijo...

Infi: muchas gracias.

Anónimo dijo...

Al fin lei el AM!.

Comí palabras caídas de tus manos,
ahora son mías.


mrp

Rowena Bali dijo...

¿y te gustó el A.M, mrp?

Anónimo dijo...

Mucho.
Me gusto la narracion, te captura y por momentos tu mismo eres el/ella.
El final, impactante: Cuanta soledad y desamor.
Hasta donde somos dueños de nuestro mundo ideal?
hasta donde nuestro mundo real es imagimario?
y claro, sexo y drogas: aceleradores de lo humano........

mrp