lunes, 18 de octubre de 2010

Yo por mi y para ti

Yo por mi el domingo 17 de octubre del 2010,
después de mi yoga matinal
Me gusta que mis amigos lectores me encuentren linda, cada vez que veo una foto mía en la que no me gusto nada, (cosa que ocurre con una frecuencia muy triste y nada fotogénica) me quedo pensando en lo chula que soy y en lo chulos que son mis lectores y lectoras, y pienso en la forma de redimirme y redimirlos. Por eso les dejo esta foto que yo me tomé este domingo 17 de octubre del 2010. Dice Juan José Reyes, en un tono que no carece de reproche, que una escritora no tiene por qué ser atractivo visual, pero ¿una escritora no puede tener vanidad? ¡Claro que sí!... y yo aplaudo a esas queridas amigas mujeres escritoras que saben que la inteligencia y la belleza no están peleadas y que se ponen chulas, pues, para salir en la foto, para ver a sus novios, para escribir sus libros o para lo que sea. Soy de las que piensan, como el otro buen Juan José (Rodríguez) que no hay mujer fea. Viéndolo bien tampoco hay hombre feo. Eso es muy cierto y no tiene nada de malo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando te vi en FENAL la principal cualidad a primera vista es un muy elegante fino porte, esto junto con la cualidad de la escritura es algo muy bello hasta el detalle de tu memoria verde donde anotabas todo,(honestamente pensé que mujer tan detallista y observadora).
Con todo respeto vanidad y belleza son conceptos diferentes, pues eres muy bonita una belleza natural con cualidades hermosas y especificas.
Fernando Sojo.
(Muy bonitos ojos en la foto)

Anónimo dijo...

El Rey Salomón, el Sabio.

En la corte del rey Salomón, tercer y último Rey de Israel, padre de la Cábala y constructor de Gran Templo, era común que se presentaran demandas entre ciudadanos a su consideración, que en su inmensa sabiduría, juzgaba con gran sabiruría.
En el año 645 A.C. una mujer fue presentada ante él, con cargos presentados por su marido.
El sacerdote del Santo Sanedrín dijo en voz muy alta:
¡Su majestad! Presentamos a Ana, acusada por su marido, Abraham, de soberbia.
Abraham, ¡habla! - dijo el Gran Rey.
¡Señor! Mi esposa clama por todas partes que es bella e inteligente, y no lo soporto más, pido que se le castigue por soberbia.
Ana, ¿Qué dices tú?
¡Su majestad, es cierto lo que digo, soy guapa e inteligente,¿Qué culpa puedo tener yo?.
¿Qué es mejor, Ana, la belleza o la inteligencia?- cuestionó el monarca.
Señor, la belleza, pues no requiere explicación.
¡Gran Sacerdote! – sentenció el Rey -¡cortadle la lengua a este hombre con una daga oxidada!.

mrp

Rowena Bali dijo...

Buen anécdota, mi querido Manuel.
Fernando: un gusto haberte conocido aquellos días de la fenal.
¡Abrazos!

Anónimo dijo...

GRACIAS,¡¡ muchas GRACIAS¡¡¡ por el piropo que esa mente inteligente, brillante, vanidosa, bella... nos hace al considerarnos..... la verdad... que dieramos??? el changoleon, el sobuca y todos mis demas compadres por vernos reflejados en en esos ojasos chulos de presiosos¡¡¡....
suspiros.....nomas de dolor se te lee cuando,......mirarte no se puede...lo que si no seas modesta, no te limites, pon una toma completa de tu existencia.

Rowena Bali dijo...

ok, Javier, el otro día me viste en enterita y ¡no me hablaste!

Garces30 dijo...

Jajajaja Es una de las cosas que van siendo discutidas y hasta para algunos hombres esta resultando difícil. Conoces a una mujer inteligentísima, a una artísta, filósofa, pintora, etc. Es guapa y quisieras decírselo pero no lo haces porque imaginas que lo va a tomar como una frivolidad y que estas pasando por alto sus capacidades intelectuales. Resultado: te reservas el comentario. Creo que no debiera ser así, pero a veces es difícil porque no sabes cómo hacerlo.

Rowena Bali dijo...

Garcés: por tu nombre deberías ser todo un experto en echarle piropos a las mujeres. Si quieres halagar a una dama sólo hazlo con delicadeza y verás que tendrás como mínimo una sorisa como recompensa.