Seremos polvo,
todos lo sabemos.
Seremos un sacrificado
en una frontera,
seremos un cadáver
colgado en una cerca,
seremos una blanca pradera
y una caja de madera.
Seremos niños,
todos lo deseamos
(de una vez por todas
retomar el rumor
de una sola palabra)
Somos polvo
y en pólvora
nos convertiremos,
seremos repatriados
a la tierra
de los crisantemos.
Niños somos
y en carne de cañón
nos convertiremos.
2 comentarios:
En un poema, cada fragmento es otra arista, otro pedazo de tierra firme, otra perspectiva, otra arena movediza (por eso ya no intento poesía). Este me gusta, en su conjunto. Saludos.
Multiplicando las posibilidades del Ser. Multiplicando las posibilidades del polvo. Excelente, Rowena.
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