El príncipe azul
inventa historias
sobre mi voz extinta,
mi voz desconocida.
Mi príncipe
muere por su dama
y por su fama,
se suicida.
Mi hombre arrancó
mi nombre
de la pagina rosa.
Se liberó,
se aprisionó,
se iluminó...
se revolcó
en su melcocha
y en su jaculatoria
de la risa loca.
2 comentarios:
Vivan los cuentos de principes y pricesas:
http://rinostalgias.wordpress.com/2009/02/12/puro-cuento
;-)
F
Ah qué no es pa mi?
JB
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