En Amazon party
Había tantos bosques, tantos lagos, tantos paraísos aun no comprados por los sirvientes de Golina que los habitantes de Medalla tendrían la posibilidad de poblar muchos de ellos. Hasta entonces los gobernantes de Medalla no se habían dado a la tarea de embellecer su ciudad de ninguna manera. Habían permitido que grandes cinturones de miseria se crearan en los alrededores, no habían sabido darle a sus habitantes una vida decente. El modelo golinense les era inalcanzable. Se habían negado toda posibilidad intelectual de planear un proyecto de tales magnitudes como implantar de una vez por todas la dignidad en las calles: El medallense no era merecedor de esa implantación. Les parecía que transformar los cinturones de pobreza en dignas ciudades compactas era demasiado trabajo para una masa de inmerecedores. Mirar la dignidad perdida de Medalla les parecía imposible porque tenían sus ojos de ratón puestos en la cola del león decrépito de la corrupción.
Una vez asesinados todos los habitantes del castillo, Cinch y yo reinaríamos en un imperio que abarcaría los territorios unidos de Medalla y Golina, ambas ciudades entrarían en un periodo intenso de transformaciones.
Los cinturones de pobreza de Medalla desaparecerían del mapa, se transformarían en una mancha urbana de color blanco que podría verse desde el cielo como el mismísimo paraíso en la tierra. Las calles estarían habitadas por hombres y mujeres perfectos, la perfección de nuestros medallenses no tendría nombre ni raza, ni posición social, ni preferencia, la dignidad sería cosa de todos y todos tendrían derecho de disfrutar la Arcadia recuperada: Un único territorio que abarcaría desde la ciudad más rica y perfecta, hasta la más caótica y violenta.
Se cultivarán las artes y la belleza sobre todo, y los habitantes hermosos de Golina les enseñarán a los de Medalla cómo es exactamente que ellos lograron volverse tan perfectos. Tendrán que rendirles cuentas de todos los pasos a seguir para convertirse en beldades inalcanzables. Si lo hicieron matando, robando; si lo hicieron cometiendo inenarrables crímenes que la historia no niega, no olvida... Si lo hicieron a base de succión... Tendrán que responder: ¿Es el resultado del vampirismo más atroz la perfección? ¿Porqué los medallenses son tan pobres? ¿por qué hay medallenses que son, a su vez, tan ricos como ellos? ¿por qué deseando tan hondamente la justicia y la paz han permitido que se desate la catástrofe? ¿porqué, si son tan listos, han permitido que yo me entrometa en sus entrañas, han permitido que yo me expanda subterráneamente hasta llegar a sus tripas, hasta trazar un camino de cables en el interior de esas tripas: cables de una fibra especial que sus estómagos corrosivos jamás serán capaces de digerir?¿Cómo siendo tan listos como son, siendo tan perfectos permiten que una hija de nadie llegue hasta sus entrañas y las haga trizas?¿Cómo fue que aquella simplísima enseñanza de Cinch –“Nunca debes olvidar que la materia se transgrede con mucha facilidad, saberlo cambiará tu vida, la mía, la vida del mundo”– me enseñó a destrozarles las tripas?
Una vez asesinados todos los habitantes del castillo, Cinch y yo reinaríamos en un imperio que abarcaría los territorios unidos de Medalla y Golina, ambas ciudades entrarían en un periodo intenso de transformaciones.
Los cinturones de pobreza de Medalla desaparecerían del mapa, se transformarían en una mancha urbana de color blanco que podría verse desde el cielo como el mismísimo paraíso en la tierra. Las calles estarían habitadas por hombres y mujeres perfectos, la perfección de nuestros medallenses no tendría nombre ni raza, ni posición social, ni preferencia, la dignidad sería cosa de todos y todos tendrían derecho de disfrutar la Arcadia recuperada: Un único territorio que abarcaría desde la ciudad más rica y perfecta, hasta la más caótica y violenta.
Se cultivarán las artes y la belleza sobre todo, y los habitantes hermosos de Golina les enseñarán a los de Medalla cómo es exactamente que ellos lograron volverse tan perfectos. Tendrán que rendirles cuentas de todos los pasos a seguir para convertirse en beldades inalcanzables. Si lo hicieron matando, robando; si lo hicieron cometiendo inenarrables crímenes que la historia no niega, no olvida... Si lo hicieron a base de succión... Tendrán que responder: ¿Es el resultado del vampirismo más atroz la perfección? ¿Porqué los medallenses son tan pobres? ¿por qué hay medallenses que son, a su vez, tan ricos como ellos? ¿por qué deseando tan hondamente la justicia y la paz han permitido que se desate la catástrofe? ¿porqué, si son tan listos, han permitido que yo me entrometa en sus entrañas, han permitido que yo me expanda subterráneamente hasta llegar a sus tripas, hasta trazar un camino de cables en el interior de esas tripas: cables de una fibra especial que sus estómagos corrosivos jamás serán capaces de digerir?¿Cómo siendo tan listos como son, siendo tan perfectos permiten que una hija de nadie llegue hasta sus entrañas y las haga trizas?¿Cómo fue que aquella simplísima enseñanza de Cinch –“Nunca debes olvidar que la materia se transgrede con mucha facilidad, saberlo cambiará tu vida, la mía, la vida del mundo”– me enseñó a destrozarles las tripas?
Gracias a mi trunca carrera como amazona pude dar con el conocimiento de la transgresión de la materia, pude llegar hasta Cinch aun siendo una impedida, una recluida. Desde mi consciencia le fui dictando a mi amada las palabras que fluían de mi corazón. De mi corazón ignorante saqué las palabras necesarias para convencerla de matar al Semental. Antes yo maté a mis bellos amigos de la lavandería, del cuarto de armas, de los pasillos de la cocina. Y mientras ella, -con todo su inmenso poder de amazona enfurecida- seguía el dictado de mi corazón transgresor en el rincón palaciego de Golina yo asesinaba a todos los poderosos de Medalla, que eran pan comido al lado de los sirvientes de la lavandería. Esos hombres poderosos que en años habían hecho caso omiso a la furia desatada en largos kilómetros de desolación y pobreza, (a la luz de la plaza pública de Medalla, ahí, exhibidos, cuan largos eran, cuan apretados eran sus cinturones) fueron pan comido para mi.
3 comentarios:
De mi corazón ignorante saqué las palabras necesarias para convencerla de matar al Semental.
me gusto esta frase.
mrp.
Muchas gracias MRP... ¿Porqué no firmas con tu nombre completo? Quiero entrar a tu facebook.
Manuel Ruiz Pascual
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