Era un barrio circundante de
alguna ciudad latina:
un caserío con baldíos.
Una vecina parada
ante mi ventana
me avisó
que mi hombre
me había estado buscando.
Entonces su rostro
recorrió mi memoria;
hace tanto
que no lo veía.
En uno de los baldíos
jugaban dos niñas.
De pronto
dos estallidos dejaron en llamas
la casa contigua
y las niñas corrieron
hacia mi.
Las abracé
y pensé en el enamorado
que las engendró.
En mi casa
se oyeron disparos;
con ellos la luz intermitente
de un rostro ausente
al que eché del vecindario
hace tanto tiempo.
sábado, 30 de mayo de 2009
lunes, 25 de mayo de 2009
viernes, 22 de mayo de 2009
Carta a mi amigo infinito
Infi:
Tengo que hacerte una pregunta, pero al final.
Tuve una discusión con ella: de esas en las que muestro qué tan buena puedo ser para decirle sus verdades, de las cuales tendrá que acordarse antes de cruzar el purgatorio. Una mujer que no es ni mala ni buena, pero que sabe focalizar su odio hacia una parte hipócrita y velada de su ser y derramar su bondad sobre dos o tres pasiones enfermizas.
Hay mucha gente a la que le cuesta trabajo hablar de lo importante y decide apretárselo en el pescuezo toda su vida antes de decirlo. Yo no: si la hipocresía o la falta de verbigracia me impiden decirlo, al menos lo escribo, y con todas sus letras. Me ha alejado de todos, pretende fingir -como muchos- que miento, que invento historias, aunque de esas historias que yo invento prefirió no hablar nunca, ni enterarse.
Mucha gente habla (qué desgracia) mal de los demás. Hablar mal de los demás lo deja a uno mal parado en los círculos sociales, por eso, cuando hablo mal de alguien lo hago por escrito y en silencio: son tantas las cosas malas que he tenido qué decir sobre las personas que mi obra literaria está a punto de superar mis propias y dilucidables expectativas.
Infi: las preguntas se han duplicado a estas alturas: ¿Uno sólo debe responder cuando se le hincha la gana?¿es que una persona desesperada --como yo- no merece recibir más que respuestas que insultan, respuestas silenciosas y sonrientes, hipócritas?
Como si se tratara de un ritual se puso a discutir por lo del viaje. Lo hace siempre que viajamos y es exasperante. Todo había estado bien -gracias a mi paciencia y resignación- desde hacía incluso meses. El caso es que en plena discusión perdí todo el hilo de unas seis horas continuas, perdí mi memoria inmediata.
Ahora estoy reconstruyendo esas seis horas.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Tirada de la entrada en la fortaleza
Gebo, Ken, Algiz, Uruz
La tirada tiene al abedul y al olmo como árboles regentes. Estos representan a la nobleza. La presencia de la primera runa (Gebo) se liga a la hospitalidad y la bonanza, también a la celebración. El siguiente signo (Ken)representa las puertas o los resquicios donde entra la luz o bien a los rincones oscuros donde se ocultan malos augurios; en esta tirada –por la posición de la runa- lo que se vislumbra es un espacio luminoso. Posteriormente está un guardián (Algiz). La siguiente runa (Uruz) es la puerta de la fortaleza.
jueves, 14 de mayo de 2009
Mail a un amigo anónimo
Me gusta la figura del individuo que pasa de la normalidad al estrellato. Me inquieta el tópico de la fama y me parece ver al anonimato como una idea reconfortante. El texto te transparenta, creo, intuyo, y como aquello que transparentas, -tras el ligero tejido de un negligé negro- me gusta, pues me gusta tu texto. Está mejor escrito que los primeros que te he leído. Estoy segura de que tus lecturas se han incrementado en los últimos años. Yo que te he seguido como un perro a su dueño, puedo decirlo, jaja.
Es para mí una delicia escuchar tu voz en mi teléfono, me siento honrada, lástima que yo no acierte nunca a decirte nada de lo que realmente quiero decirte, jaja, soy una torpe. Tengo al menos la esperanza de redimirme un poco con la escritura.
El otro día Vicente Leñero (durante un café en el que me sentí completamente honrada y sin nada qué decir) hablaba a Juan José y a mi sobre un tópico: uno no puede evadirse de la persona, del conocido, cuando conoce al escritor. En mi caso aquellos conocidos a quienes considero más entrañables se han dejado transparentar con la escritura, a través de mails, blogs o libros.
Es para mí una delicia escuchar tu voz en mi teléfono, me siento honrada, lástima que yo no acierte nunca a decirte nada de lo que realmente quiero decirte, jaja, soy una torpe. Tengo al menos la esperanza de redimirme un poco con la escritura.
El otro día Vicente Leñero (durante un café en el que me sentí completamente honrada y sin nada qué decir) hablaba a Juan José y a mi sobre un tópico: uno no puede evadirse de la persona, del conocido, cuando conoce al escritor. En mi caso aquellos conocidos a quienes considero más entrañables se han dejado transparentar con la escritura, a través de mails, blogs o libros.
Es la escritura la forma del arte que me ha seducido más porque soy una encueratriz frustrada. La escritura es una forma de desnudez, y aunque el escritor se niegue a sí mismo una y otra vez en cada uno de sus personajes, le resultará imposible no forzarlos a pasar por el filtro de su propia conciencia desnuda.
martes, 5 de mayo de 2009
lunes, 4 de mayo de 2009
Canción de cuna infinita
Este arte pío
que yo escribo
es para honrar
tu recuerdo.
Quédate quedo,
calmo y callado.
Cuando llegue
el sin fin,
infinito mío,
no tengas miedo,
que en mi cuartito
voy a arrullarte.
Este arte pío
que yo cultivo
es para bajo la tierra
guarecerte.
Quédate quedo,
calmo y callado.
Cuando llegue
el sin fin,
infinito mío,
en mi rinconcito,
voy a abrigarte.
que yo escribo
es para honrar
tu recuerdo.
Quédate quedo,
calmo y callado.
Cuando llegue
el sin fin,
infinito mío,
no tengas miedo,
que en mi cuartito
voy a arrullarte.
Este arte pío
que yo cultivo
es para bajo la tierra
guarecerte.
Quédate quedo,
calmo y callado.
Cuando llegue
el sin fin,
infinito mío,
en mi rinconcito,
voy a abrigarte.
Son
Son
por una acción involuntaria.
No es que quieran ser
sino que son
sin poderse evitar,
sin poder detener
los choques perpetuos
contra sí mismos.
Son
nada.
por una acción involuntaria.
No es que quieran ser
sino que son
sin poderse evitar,
sin poder detener
los choques perpetuos
contra sí mismos.
Son
nada.
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