Estado de México a 9 de agosto de 2007
Constanzo de la Vega Membrillo
Presidente Municipal de Texcoco
PRESENTE
He visto con mucho agrado su política de recuperación de bienes inmuebles en el Municipio de Texcoco. Le escribo las siguientes líneas con la confianza de que podrá hacerse lo más conveniente en el asunto que explico a continuación.
Considero que es urgente atender el caso del Pueblo Cooperativo Chapingo, con el objeto de que se le dé protección al conjunto total de inmuebles que lo conforman. La importancia histórica de dicho pueblo es inobjetable.
El día 7 de junio de 1923, se destinó a la entonces Secretaría de Agricultura y Ganadería el dominio de los terrenos que quedaron de la Ex Hacienda de Chapingo y anexos, en Texcoco, Estado de México, con una extensión superficial de quinientas cincuenta y nueve hectáreas, tres áreas, ocho centiáreas, divididas en tres fracciones separadas entre sí. El objeto de este acuerdo presidencial fue que dicho inmueble se destinara a las instalaciones de la Escuela Nacional de Agricultura, que hoy sigue albergando las bellas instalaciones de la Universidad Autónoma de Chapingo. En otra fracción del mismo inmueble se formó una zona habitacional por parte de los trabajadores de la Escuela Nacional de Agricultura, denominada desde entonces Pueblo Cooperativo. La construcción de este pueblo se realizó conforme a un modelo de colonia soviética. En este proceso participó activamente Diego Rivera, quien tuvo una importante presencia en Chapingo precisamente en estos años. La fuente del pueblo, ubicada en la Plaza Unión, así como todos sus adornos realizados en azulejo, fueron diseñados por el muralista, quien siempre tuvo un importante interés por la arquitectura. Diego Rivera plasmó célebres murales en el edificio de rectoría de la UACH, dos de éstos hablan claramente del Pueblo Cooperativo, uno de ellos lleva como nombre “Repartición de las tierras en el Pueblo Cooperativo”, en él pintó los planos del pueblo, de contorno piramidal, así como la escena en que los trabajadores de la ENA fueron beneficiados con la entrega de estos terrenos. En otro mural vemos la representación del pueblo incipiente, ya trazado, en el cual resaltan la glorieta con su fuente y tres pequeñas viviendas, cuyo modelo aun persiste en dos de los inmuebles más antiguos del pueblo. Este pueblo fue declarado como el primer Pueblo Cooperativo de la República Mexicana y observaba un reglamento particular del cual aún se conservan ciertos fragmentos plasmados en uno de sus monumentos, que por cierto fue raspado en ciertas áreas, por los mismos habitantes, a raíz de la enajenación de los bienes del pueblo. Vivió la presencia de León Trostky, la cual fue documentada en una sencilla placa ubicada en la glorieta y que fue raspada totalmente.
El Pueblo Cooperativo es una joya única en el país, signo irrepetible que documenta la fuerte presencia histórica de la izquierda mexicana.
El 7 de mayo de 1991, se retiran del Servicio de la Secretaría de Agricultura y Servicios Hidráulicos diversos bienes inmuebles entre los cuales se encuentra el Pueblo Cooperativo. A raíz de este decreto presidencial se empieza a gestionar la enajenación de las casas del pueblo en favor de sus ocupantes, con el fin de que sigan utilizándolas como habitación. La venta de estos inmuebles, realizada en 1993, trajo como consecuencia la modificación del aspecto original del pueblo que hasta entonces se había conservado intacto, así como la afectación de sus monumentos. Es una pena para todos los que conocimos la belleza y la importancia histórica de este pueblo, ver cómo con el paso de los años sigue progresando este terrible deterioro sin que autoridad alguna tome medidas al respecto.
En el plano personal guardo un inmenso cariño por este pueblo, en el cual crecí. Mi padre, Guillermo Bali, fue fundador del Sindicato de Trabajadores de Chapingo; mi tío, Jaime Bali, fue fundador de la Dirección de Difusión Cultural; mi madre, Blanca Páez, fue maestra en el área de química y jefa del departamento de Difusión Cultural de la UACH. Mi madre y mi padre aún son residentes del pueblo.
El 5 de Julio de 2007 hice llegar al Doctor Aureliano Peña Lomelí, un oficio con la solicitud de que llevara a cabo acciones referentes al caso que expongo anteriormente, y hemos pedido ya, a través del arqueólogo Luis Morett (a quien fue turnado el caso por parte de la UACH) y del arquitecto Juan Manuel Ortiz, ayuda al INBA.
El 7 de agosto del 2007 hice llegar una petición sobre el asunto a Dolores Martínez Orralde, encargada del Despacho de la Dirección de Arquitectura del INBA, con el objeto de que dicha institución certifique el valor artístico del pueblo y apoye el proceso de elaboración de los registros mediante los cuales se hará la solicitud de que el conjunto de inmuebles que conforman el Cooperativo sean protegidos.
Hemos, además, solicitado el apoyo a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, institución en la que laboro como jefa de redacción de la revista Cultura Urbana.
Sabemos que el apoyo del Municipio de Texcoco es fundamental. Hemos visto con infinita gratitud que se han puesto en marcha ya las labores de restauración de la fuente de Plaza Unión y otros monumentos. M he entrevistado con el arquitecto David Vázquez y con la restauradora Mayela García Salgado, quienes están a cargo de estos trabajos. Publicaremos el caso en la revista Cultura Urbana y otros medios.
Es urgente que el Municipio de Texcoco coloque candados al avance indiscriminado de la construcción en el área del pueblo, la cual representa una rápida destrucción de este importante patrimonio.
Agradezco su atención a la presente y quedo en espera de su amable respuesta.
Atentamente
Rowena Bali
C.c.p. Doctor Aureliano Peña Lomelí
C.c.p. Ingeniero Manuel Pérez Rocha