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martes, 7 de septiembre de 2010

Balita

En Amazon Party
Yo soy valiente.
La Arcadia no merece existir, voy a largarme cuando sus calles y sus edificios estén en llamas, no quiero recuperar el paraíso inmerecido, quiero que vuelva el tiempo de Medalla. Allá conocí la única causa por la que vale la pena luchar y trascender: Cinch. Ella es la razón por la que es posible que un bicho como yo, sin oficio ni beneficio, un lacayo taimado y perezoso en el palacio adormecido, sea valiente.
Para ser valiente no hace falta ser un gladiador de piernas duras; para ser valiente hace falta tener mucha dignidad, también hace falta trazar una estrategia, pensar con la cabeza fría, actuar con el alma templada, persuadir con el corazón caliente, nunca precipitarse antes de tiempo ni avenirse con placeres fatuos; lograrlo, hacerla a lo grande en la penumbra de una choza, un callejón, un bosque desolado, el frío parque de una ciudad en ruinas o la inmensa sombra del Gran Titán de Viades; una penumbra que jamás será profanada por la luz pública, que no conocerá el exhibicionismo de los monarcas. Mas hay una sola regla que conforma el fundamento de la valentía: amar a una mujer.