Vienes a verme, atraviesas la carne, la ropa, la sábana, la cobija, la recámara, la puerta, el pasillo, la escalera, la otra puerta, la cochera; despegas sobre la calle, cruzas la barda elevándote y sigues alto, alto, vas a necesitar altura, son muchos kilómetros hasta mi casa. Vienes a verme, aterrizas sin miedo, mis cancerberos te guían y te reciben con honores; tienen alas de murciélago y pueden olerte a un kilómetro de distancia. Mi alma te recibe con el cuerpo abierto, muy segura porque a ella no puedes mentirle. Mis cancerberos también pueden leerte. Vienes a verme, tomas el camino que quieres y la forma que deseas.
viernes, 28 de mayo de 2021
viernes, 21 de mayo de 2021
Futuro imaginario
Veo tus labios en una sonrisa de dientes aún blancos, tus patas de gallo y veo tu cuello lleno de muy juntas líneas paralelas, acostado junto al mío y te veo trabajando arduamente en el campo, con sombrero de paja, las uñas sucias. Y me veo mirándote desde el extremo del jardín, en tanto pienso que soy tuya.
Incluso en el futuro aquel me sigo preguntando cuál será el nombre del misterio y estoy ahí parada, como si no pasara nada, te sigo mirando desde el extremo de otro tiempo, con la absoluta discreción que sólo sé romper con la escritura.
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