Las personas son sólo intentos de hibridaciones entre animales muy disímiles. Colibrí, guepardo, pez koi, mariposa, mosca, ballena, escarabajo, libélula, armadillo.
Lo más importante que los humanos poseen es su inteligencia; su cuerpo les sirve para muy poco en comparación con lo que les sirve a muchos otros animales. No es capaz de volar, ni de correr tan velozmente si no es con el apoyo de su tecnología, que nada tiene de animal. La vida humana es una persecución por superar las limitaciones del cuerpo, incapaz incluso de sobrevivir a la intemperie o sin abrigo. Vamos tras la fascinación que nos producen las capacidades de los cuerpos de los otros animales, entonces buscamos escalar como cabras, alcanzar las alturas que alcanza una minúscula catarina, habitar los inframundos del escarabajo o encender la bioluminiscencia del rape abisal o la luciérnaga.