domingo, 27 de mayo de 2018

Autista optimista

El único yo que se gusta es el que está solo. Y es que puedo ser muchos.
La persona que soy cuando estoy con otros no me gusta. No quiero estar solo: 
quiero estar con quien yo pueda ser el mismo que soy cuando estoy solo; que mi soliloquio, este que ahora sostengo con ustedes, llegue a ese quien y se convierta en una plática, en un juego de tenis, de ping-pong, en un juego de reciprocidad que entretenga a mi espíritu, que hoy se está chupando mi sangre, la tiene en su buró, se embriaga en solitario con ella y se aburre.
Y ahí están ustedes, los otros, inevitables, -a quienes trato de no recordar durante las horas que paso  frente a la televisión donde veo documentales de animales salvajes que no se extinguen gracias al patrocinio- inventándome una cruda desgracia, hablando mal de mí, haciéndome desagradable para mí mismo, como si algo supieran de mi felicidad. 

No hay comentarios: