Vencí a tu resistencia
y sigues vivo en el destrozo,
cargas la pena como un edificio de jaulas
en la espalda, vendedor de aves.
Me acerco al botín de guerra que frente a mí
ostenta colores y brillos peculiares,
pero a punto de tocarlo me parece vano
y paso de largo a través de la derrota
donde tú sobrevives.
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