Matar a esa pandilla. O bien, si quieren ser pacíficos,
expulsarlos, sin insultos, a la buena, en silencio, si quieren, pero que se
vayan. Saquemos sus presencias de nuestras raíces, de lo contrario van a
matarnos. ¿No ven que son imbéciles? Están destruyéndonos por algo que podemos
darles. Enviémoslos con honores a la desaparición. Pintémosles un cuadro que se
parezca a la estúpida vida que quieren vivir. Fuera de nosotros.
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