Mi muerte será una fiesta. Invitarás a las mujeres más calientes de la cuadra, echarás tus mentiras por la ventana y te lucirás. Vendrán los mejores y más estruendozos sonideros de tu manzana. En mi reventón de despedida conocerás a alguien más candente y erizante que yo: mi espíritu, que habrá dado su vida por un minuto de silencio y que en pleno jolgorio encenderá a tu alrededor una hoguera. Mucho sufrirás, lucirás pésimo y quedarás eternamente mal ante tus vecinos y parientes.
5 comentarios:
Que suenen las brasas al son de paso doble¡¡¡ vístete de luces y al ruedo enciende el fuego, ejecuta una chicuelina tras un desplante para que luzcas en el giro¡¡¡¡ ummmm¡¡¡... o si prefieres ejecútalo al revés...un desplante tras las chicuelinas y tírate a matar.
Que intenso y carnal el microrelato! Es potente. Me da la sensación que se desprende rábia. A lo mejor me equivoco.
¿Puedo hacerle correcciones a la prosa?
La mía también......
Bonito, muy bonito, aunque sí merecería una corrección.
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