Yo fui detrás,
amante de ojos claros,
no del libro
sino de ti.
El libro parecía
casi imposible,
y quise gastarme
en letras los pecados.
Y fui por ti
una y otra vez
y hasta un libro
escribí.
Pero tú,
rubio mío,
fuiste imposible
y el libro,
pan comido.
3 comentarios:
Los hay tontos y sin remedio y aun así les dedican versos.
(Dios da pan a quien no tiene dientes...)
Querido Paulus de Best:
estos versos son una cancioncita, parte de una novela, no tienen dedicatoria.
Me alegra equivocarme y me tranquiliza saberlo, pues.
Al personaje que los canta, mi mayor simpatía y para ti este saludo boreal.
P-)
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