miércoles, 19 de noviembre de 2008

Balita


A los ojos de una mujer joven todo parece demasiado sencillo, la juventud pinta de felicidad las cosas, no recuerda días pasados, no tiene en la memoria el caos. Pero mi vida, como les dije al principio de esta historia, ha estado repleta de catástrofes: tantas han sido que varios años antes de que aquello a lo que llaman adolescencia llegara, yo ya tenía mi ser plagado de memorias catastróficas. En aquellos años la juventud pautaba vértigos que ahora me resultan anodinos. Hoy la lentitud y la repetición son mi camino, puedo beber esos años de amor desenfrenado, beberlos por los dedos. Una respiración trabajosa pauta mi vida, como un cantar ronco y necio; un cantar de mi ancianidad refrenada.

Hoy sé que no hay Arcadia posible, no hay retorno, no hay amor que valga. Soy una vieja conforme, sin duda; me voy a morir pronto y no voy a ver el fin de todo, la completa desaparición de la Arcadia. He perdido el optimismo. He dejado de creer que será posible salvar al mundo, he dejado de ser un príncipe en cuerpo de dama. He dejado atrás el caballo blanco. Escucho a solas la cabalgata de las letras, grises, reales, tersas.

Una mujer joven piensa que es mejor que una vieja, se equivoca: una mujer vieja es más triste, sus violencias se expanden al interior del cuerpo sin rozar la piel, a la vez tiene todo lo que la joven cree y finge tener, lleva a cuestas la historia, mientras que la joven la ensaya. La joven se enamora, la juventud es la mejor hora para el amor. La vieja piensa, piensa, piensa. La vejez es la mejor hora para pensar.

No hay mejor hora que la de encontrarse con un cuerpo desnudo y dispuesto al baile, al alcohol, al vértigo, a la música de tambores, al recuerdo imborrable del paraíso. Yo por mi parte, con mi historia a cuestas, sigo admirando al Chulo de Viades desnudo en la Plaza de Medalla, su ojos congelados aún miran al horizonte desaparecido.

1 comentario:

Canalla dijo...

Cito:
"Yo soy valiente, con mi locura de amor la haré volver a mi lado, la Arcadia no merece existir ..."
Capítulo 14
Y ahora no quiero dejar de leerte.
¡Sin duda eres adictiva!